Seguro que tú también eres un admirador más de ese ogro verde, robusto y bonachón. El querido Shrek dispone de un aspecto físico tan peculiar como entrañable, un personaje que, acompañado por el fiel y siempre genial Asno, configuran por sí solos todo un emblema de la productora DreamWorks.

Como buen admirador del ogro verde de buen corazón salido de las ciénagas más nauseabundas, es posible que en alguna ocasión te hayas preguntado en quien pudieron basarse para crear ese rostro, esa imagen y esa sonrisa tan peculiar. Pues bien, en primer lugar hemos de decirte que DreamWorks nunca ha confirmado que tomaran como referencia absoluta a una persona en concreto. Pero cuando se les pregunta si fue Maurice Tillet el hombre que inspiró al personaje, tampoco lo desmienten.

Así pues, dejamos a tu voluntad el dar por cierta la sospecha. Nosotros, por nuestra parte te invitamos a conocer solamente una historia excepcional de un hombre bueno que sufrió una triste enfermedad. Un hombre de aspecto especial y cuyos múltiples testimonios gráficos, nos dejan intuir el gran parecido con nuestro ogro favorito.

Maurice Tillet, la historia de un buen hombre

Maurice Tillet fue un hombre que vivió múltiples aventuras, que adquirió fama, y que ante todo, escondió un corazón sensible bajo una coraza de singular impacto. Nació en Rusia en 1903, pero tras la revolución Bolchevique pasó a residir en Francia. Cabe decir que cuando era pequeño, solía llamar la atención por su belleza y dulzura, de ahí que se ganara el sobrenombre de “El ángel francés”.

Puede que con los años, se hubiera convertido en un hombre de gran atractivo, pero el problema surgió cuando, llegados los 20, Maurice sufrió una enfermedad conocida como acromegalia. Si no la conoces, te diremos que se basa  en una alteración de la hormona del crecimiento, lo cual conlleva unas tristes y llamativas deformaciones en el cuerpo donde los huesos, simplemente se ensanchan. Se ensancha el rostro, el pecho, las manos… siendo además, un hecho no exento de dolor por la deformidad que sufre el cuerpo.

Curiosamente, los enfermos de acromegalia acaban alcanzando estaturas muy elevadas, pero en el caso de Tillet no fue así. Se quedó en 1,70 metros y con la deformidad de una cabeza, excepcionalmente grande.

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Maurice era un hombre brillante en un cuerpo extraño. Y aunque deseaba estudiar derecho y ser abogado, recibió tal maltrato por parte de la sociedad por su aspecto físico, que no pudo más que huir para alistarse en la marina. Y no le fue mal…Viajó y viajó, conoció todo el mundo y aprendió a la perfección 14 idiomas. Maurice aprendía rápido, disponía de una mente superdotada y llena de sensibilidad, que no se correlacionaba en absoluto con su impactante aspecto físico. Demasiado grande, demasiado deforme…

Fue en Singapur en 1937, cuando la casualidad quiso que conociera a un luchador profesional americano, Karl Pojello, alguien que le animó a entrar en el mundo de la lucha libre viendo su enorme potencial. ¿Por qué no? Pensó Tillet. Debía aprovechar toda oportunidad que tuviera por delante y aquella no sonaba mal del todo.  Decidió probar suerte en el mundo de la lucha, justo durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Y también le fue bien. Increíblemente bien.

El final del «Ángel francés»

Se le conocía con varios nombres: «El monstruoso ogro del cuadrilátero» y «el Ángel Francés», alguien que atraía cada noche a masas enteras dispuestas a pagar altas cantidades para verlo luchar. Era un tipo especial que gustaba mucho a la prensa, era cultivado, divertido y un gran conversador. Logró el título de campeón mundial de lucha libre en mayo de 1940, manteniéndolo durante varios años hasta que un día, su cuerpo dejó de responder.

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Perdía masa muscular y los huesos le dolían demasiado para seguir… un hecho de gran tristeza para su público, ya que eran miles las personas que seguían la invicta carrera del gran Maurice Tillet.

Fue un 4 de septiembre de 1954, cuando Karl Pojello, su descubridor, mentor, entrenador, amigo y vecino, murió  tristemente tras no poder hacer frente a un cáncer de pulmón. 12 horas después, por asombroso que nos parezca, Maurice Tillet fallece de un ataque cardíaco.

Tenía 50 años,  una muerte temprana para un hombre amante del arte y la poesía, un gran jugador de ajedrez y estrella de la lucha. Antes de morir, accedió a que se le realizara un molde de yeso de su rostro para que fuese expuesto en el Museo Internacional de Lucha en Iowa.

Maurice Tillet Death Mask

El parecido con el buen ogro de Shrek ha sido equiparado por muchas personas. Dos grandullones de buen corazón que encandilaron a infinidad de personas por su imagen… y su irresistible dulzura. Te invitamos a ver más imágenes de este hombre, para que juzgues tú mismo si DreamWorks se basó en él o no para crear al famoso personaje.